Segunda Mención
Seudónimo: PDC_566
Autores
Gallardo Clara
Canutti Guillermo
Fariña Fernando
Procedencia:
La Plata
MEMORIA DESCRIPTIVA
Territorio de chacras
El proyecto toma como principal referencia la estrategia de ocupación artificial del valle, una territorialización modular y rigurosa a partir de un sistema de superficies verdes que cubren la superficie naturalmente árida y la convierten en una grilla forestada habitable y regularmente conectada.
Esta lógica define la matriz de ocupación del parque, un soporte de cuadros que permite alternar de modo flexible y secuencial la disposición de superficies para uso específico o genérico, adaptándose a la trama del contexto, absorbiendo las infraestructuras existentes en el terreno y permitiendo la disposición secuencial de los distintos sistemas de edificios y componentes de equipamiento con flexibilidad y en etapas que eventualmente podrán organizarse a partir de distintas alternativas.
El módulo adoptado surge de la proyección de ejes de calles sobre el terreno y se subdivide en una medida mínima común de 37.5m (compatible con 75m y 150m) formando una malla de hilos como sistema principal de movimientos y un cuadro de ocupación libre de 36m x 36m sobre el que se disponen las piezas del proyecto.
La trama del parque se extiende resolviendo situaciones de borde integrando como superficies verdes las expansiones potenciales inmediatas.
Conexiones entre sistemas naturales
El trazado de San Patricio del Chañar es una marca singular en el valle por su potencia geométrica sobre la que se superpone la ruta como un quiebre sin solución de continuidad. En este sentido se proponen una serie de ideas que permitirían desarrollar una nueva dinámica de movimientos.
Un circuito alternativo de recorridos peatonales y ciclísticos que conectan estratégicamente los distintos espacios verdes existentes y permiten la extensión hasta el río.
La resolución del espesor verde sobre ambos bordes de la ruta permite marcar un sistema de cruces peatonales como proyección de las tramas de ambos lados, configurando un sistema peatonal prioritario desnaturalizando el nodo de acceso en la rotonda de Gasparri como único punto de movimiento.
Programa y componentes del proyecto
La lógica de ocupación dentro de la matriz del parque permite disponer los distintos componentes del sistema.
• Estructuras interiores. Las estructuras que absorben programas cerrados y con necesidad de abastecimiento directo desde infraestructura urbana (edificio deportivo interior, edificio cultural, edificios administrativos y de servicios complementarios) se disponen sobre los bordes del predio de modo de no generar penetraciones vehiculares en el interior del parque, potenciando la condición peatonal.
• Estructuras exteriores controladas. Las canchas y playones que requieren el control de accesibilidad configuran un sistema de recintos mediterráneos conectados a partir de la trama peatonal.
• Estructuras exteriores públicas. Son sistemas de equipamiento tales como áreas de juego, gimnasios, circuitos aeróbicos, anfiteatro, bancos y mesas, superpuestos con las tramas de vegetación en los cuadros verdes públicos.
Etapabilidad y sistemas constructivos
Se propone atomizar el programa en unidades de superficie de menor impacto admitiendo mayores alternativas de etapabilización.
Todos los componentes y dispositivos están resueltos a partir de sistemas constructivos de montaje, modulares, etapabilizables y de dimensiones reducidas que se asocian formalmente a la escala del contexto.
Estructuras y cerramientos metálicos de fácil montaje (con luces de 3m, 6m, 9m y 12m), que además son compatibles con la matriz modular de 6m dentro de los cuadros.
Relación con estructuras existentes en el predio
El sistema absorbe con su modulación las estructuras existentes (canchas y servicios), y se acopla a las situaciones de borde integrando en un único sistema de piezas con mínimas adaptaciones.
• La cancha principal de césped natural con sus gradas y servicios se integran en un único recinto compartido con el edificio deportivo interior.
• La cancha sintética se integra en otro recinto con los programas que requieren la condición de semicubierto (cancha de bochas y padle).
El paisaje
Se propone la idea de que en este parque se reconozca y consolide la identidad ambiental de la región y que en la lectura del paisaje se verifique la ocupación de las especies autóctonas elegidas, en la lógica de los cuadros, tal como se organizan las chacras en la zona.
La propuesta arroja color sobre un sitio árido y monocromático. El uso de especies autóctonas redunda en la regeneración del ecosistema nativo que, entre otras cosas, convoca a aves, mariposas y fauna nativa en general.
Entre las especies seleccionadas para los cuadros, priorizamos las autóctonas (Lenga, Ñire, Notro, Botón de oro, Quilimbai, Poa ligularis), las producciones locales (Peral, Manzano y Guindo), las protectoras contra los vientos predominantes (Álamos piramidales) y las que producen perfumes intensos que ayudan a la orientación en personas no videntes o disminuidos visuales (Lavandas).
A su vez cada cuadro, habitado por una especie, tendrá una porción de “pixelado” o superposición en su encuentro con la especie contigua, área en la que convivirán ambas. La mancha general de la forestación propuesta habla de un parque con una paleta cromática encendida por las floraciones, fructificaciones y cambios estacionales en los follajes. Además, la predominancia de especies de hoja caduca permitirá el paso de sol en el invierno y la protección en el verano.
El parque dignificará su entorno y provocará un derrame de forestación contundente hacia el resto de la ciudad. Este derrame estará comandado por la plantación de Lengas, Ñires y Raulí en todas las calles y avenidas vírgenes de población forestal.
CRÍTICA DEL JURADO
El jurado pondera que la propuesta se estructura a partir de organizar el parque de modo que distintos programas existentes y nuevos, se relacionen través de una trama homogénea.
De modo sostenido y convincente esta trama resulta una estructura para el paisaje y también para los edificios subordinados a esta, que actuaran como límite y borde para canchas deportivas exteriores y el parque en general.
Esta geometría se postula como continuidad de calles y caminos de San Patricio, y también la extensión rural más allá del límite urbano, incluyendo al mismo tiempo el sistema de subdivisión en chacras productivas, y cierta selección de vegetación autóctona, que agrega color al sitio.
Sin embargo, la posición de los edificios de mayor porte y altura se orienta al sur, relegando posibles espacios exteriores de carácter institucional. El planteo descuida la relación entre la avenida Gasparri y la avenida islas Malvinas, utilizando como vínculo entre estos sectores de la ciudad.