Autores
Arq. Di Napoli, Carlos
Arq. Luna, Bernardo
Arq. Gonzalez Martin

Procedencia
Santa Fe / Buenos Aires

La escala urbana. Macro manzana

Definir en lo indefinido
El Desarrollo urbanístico propuesto para la macro manzana delimitada por las calles Lanín, Saavedra y Sargento Manuel Bejarano, se presenta como oportunidad para aportar a la sostenibilidad urbana, tanto en la actualidad como a futuro, en respuesta a la problemática del planeta para absorber las consecuencias de la actividad humana, la contaminación y el agotamiento de los recursos. Ya que es, principalmente, en el espacio público donde se reflejan estas problemáticas.
Se parte de pensar y entender el TERRITORIO en un sentido amplio, como sistema inicial que da lugar y soporte a las actividades humanas. El PAISAJE y sus propias características, el clima, los cultivos, la vegetación y la fauna autóctona, junto a las personas que lo habitan, su cultura y los hechos históricos, conforman la esencia y estructuran el propio lugar.

Relación con la ciudad
La conexión física entre la macromanzana y el centro de la ciudad se propone mediante corredores dinámicos definidos mediante avenidas o pares circulatorios que sirven de vías rápidas de flujo de transporte público, privado y bicisendas. El parque se articula con el tejido peri urbano circundante mediante calles de menor porte, que posibilitan la circulación desde los barrios circundantes hacia el parque y viceversa.
El área se concibe como un gran pulmón verde de carácter público, estructurado mediante una grilla modular, definida espacialmente mediante las especies arbóreas que conforman barreras de viento naturales. Superpuesto a esta grilla, un sistema de senderos conectan orgánica y estratégicamente los distintos puntos del parque, dotados con equipamiento para la realización de deportes de carácter recreativo como senderismo, ciclismo, circuitos aeróbicos. Se propone el acondicionamiento ambiental del lago central, de un alto valor paisajístico, recuperándolo para la comunidad. La franja oeste del parque se consolida como área deportiva, con un sector destinado a canchas aptas para deportes como fútbol, básquet, vóley, tenis, etc. Mientras, sobre la calle Saavedra, se propone un sector destinado a conjuntos habitacionales mixturados con equipamientos complementarios, destinados a salud, educación, comercio y gastronomía.

Parque de la Memoria e Identidad Neuquina
En el frente sobre la calle Lanín, en posición central respecto de la macro manzana, se propone un espacio consagrado a la memoria, cuyo objetivo fundamental se centra en la construcción de un lugar de encuentro ciudadano que permita entregar un testimonio a las generaciones presentes y futuras sobre las víctimas de violaciones de derechos humanos de la última Dictadura Cívico Militar.
Con este enunciado como premisa, el proyecto se formula a partir de tres espacios diferenciados, que en su conjunto pretenden dar una respuesta arquitectónica, simbólica y de carácter evocativo: Memorial, Pabellón de Preservación y Centro de Interpretación / Salón multiusos.
La constitución del lugar implica no erigir un objeto singular, sino proyectar desde la experiencia de un contexto mayor. Para ello se propone reforzar la noción de recorrido del parque e incorporarlo al circuito de la intervención. Los espacios proyectados encuentran su anclaje material utilizando sistemas constructivos de baja complejidad y alta durabilidad. Muros definidos por mallas de acero y piedra recuperada, definen los espacios de memoria y preservación, generando una barrera de protección de los vientos predominantes; una estructura modulada de columnas y vigas soporta una cubierta metálica que funciona como resguardo del sector de los yacimientos arqueológicos y permite la adaptación a la vegetación existente y a los nuevos descubrimientos. Finalmente, un edificio concebido íntegramente en seco, con estructura y cerramientos metálicos, define el salón de usos múltiples.
El Memorial, espacio que propicia el acto de evocar, necesario e ineludible para la construcción de una sociedad con un futuro común, se formaliza a partir de un recinto bajo, de límites duros e incompletos. En su interior, el horizonte desaparece y el vacío genera un espacio de reflexión silenciosa y recogimiento.
El Pabellón de Preservación, destinado a la examinación de los restos del Centro Clandestino de Detención “La Escuelita”, se conforma a partir de una estructura metálica modulada dentro de un perímetro definido por muros de piedra contenida en mallas de hierro. La constitución de un espacio de sondeo de vestigios de éstas edificaciones en la tierra, permitirá su recorrido bajo un umbráculo, a la vez que se profundiza la investigación de éste sitio de Memoria del Terrorismo de Estado.
Un tercer espacio, intenta formalizar un lugar espacialmente cualificado, que permite el ejercicio de la reflexión en el cruce de actividades y flujos diversos. Un edificio flexible que pretende reunir eficiencia, austeridad y versatilidad conjugando riqueza espacial y de usos, por medio de la construcción de un sistema que asegure una eficiente organización de los espacios para el desarrollo de las actividades propuestas, potenciando el parque existente.
La propuesta desarrolla al máximo el valor constructivo y estructural de la materia, procurando generar el mínimo impacto en el territorio. Se utilizan materiales duraderos – como la piedra y el metal– para conformar una obra silenciosa, evocativa e inmersa en el paisaje.