Los círculos restaurativos como herramienta de diálogo y resolución pacífica de conflictos.
Para Isabel Sepúlveda1, el conflicto surge ante la incompatibilidad de metas, pensamientos y/o intereses. Sin embargo, cuando el conflicto ha escalado e implica la afectación o daño en el lazo social, laboral y/o educativo de partes que necesitan de su reparación, ¿Qué se puede hacer? En Nueva Zelanda, Gran Bretaña y Estados Unidos se han realizado una serie de investigaciones que muestran como el modelo de gestión de conflictos en base a los círculos y a la justicia restaurativa frena el comportamiento negativo de forma mucho más efectiva que los modelos basados en “sanciones o castigos”. La clave está en el concepto de restauración del daño.
El aporte novedoso del proceso restaurativo implica que las personas afectadas en la comunidad puedan participar activamente en la resolución del conflicto, por lo general con ayuda de un facilitador. Si bien la trayectoria principal de este concepto proviene del ámbito judicial, en las áreas laboral, familiar, escolar y/o comunitario de la restauración del lazo social constituye un desafío motivador.

Esta filosofía, se instrumenta a través de las prácticas restaurativas2, las cuales buscan que las personas asuman la responsabilidad de sus actos y como producto de asumir esa responsabilidad reparen el daño causado.

1- Definición de justicia y prácticas restaurativas
a- El espectro y la ventana de las P.R.
b- El proceso justo
c- Las 5 “R”

2- Los círculos restaurativos
a- Tipos de círculos
b- Las preguntas restaurativas
c- Cómo iniciar, conducir y finalizar un círculo.

3- Prácticas – Roll play