La gobernanza del área metropolitana es una necesidad.
Los efectos producidos por la vinculación formal e informal de las ciudades que constituyen la conurbación Neuquina*, van más allá de toda organización gubernamental actual y la atraviesan funcionalmente.
Son variadas las voces que se escuchan en la actualidad sobre la necesidad de tener unos marcos de acuerdos, una estrategia conjunta, para buscar la solución a diferentes problemas operativos que se producen en una de las ciudades, en algunas, o en todas; con los que se afectan recíprocamente.
El transporte público, la gestión de residuos, la gestión cultural o social, los criterios para diseñar la seguridad ciudadana, los servicios, la perspectiva de género y el abordaje de la diversidad, son temas comunes a todas que necesitan un acuerdo de coordinación que las haga más potentes.
Estos temas aparecen con mayor o menor fuerza en la agenda de las ciudades del Área Metropolitana, sin embargo todavía resta incorporar un concepto necesario para dar coherencia al todo: Gobernanza.
Pero ¿de qué hablamos cuando hablamos de gobernanza? Hay múltiples enfoques para definirla y todavía es un concepto que admite más construcción, pero puede enunciarse en una simplificación diciendo que es la arquitectura relacional de un gobierno.
La gobernanza busca el reto de crear una nueva visión colectiva, una nueva política local que articule los procesos de gobierno con conceptos de red y gobierno relacional.
Esta visión es el Norte que orienta nuestra sociedad compleja, en la cual las normas y reglas rígidas del pasado se ven remplazadas por herramientas flexibles que intentan interactuar mediando en el conflicto de fuerzas generado por la sociedad.
En este contexto, los bienes colectivos, aquellos para los que no valen la exclusividad en el uso ni la rivalidad en el consumo, se resignifican y admiten un nuevo papel y es rol de los gobernantes como responsables de la gestión de ellos, evitar la exclusión.
Simultáneamente, la gobernanza multinivel deberá conformar un sistema en el que la responsabilidad del diseño de políticas y su implementación estén distribuidas entre los distintos actores de gobierno: Nacional, Provincial, Local.
La capacidad de liderazgo de las instituciones públicas dependerá de su capacidad para ser vistas por el resto como una garantía de pluralismo, de inclusión social y de gestión estratégica de redes con pautas simultáneas de competencia y colaboración.
Los gobiernos locales, entonces, se constituyen como los espacios adecuados para desarrollar dinámicas multinivel y políticas sociales de aproximación.
El desafío es lograr una gobernanza, que con objetivos consensuados, sea el mediador del interés colectivo, logre la convergencia entre niveles y la orientación estratégica con liderazgo.
Arquitecta María Ilse Oscos.
Posgrado en Gobierno y Políticas Públicas.
Universitat Oberta de Catalunya
* LANDRISCINI Graciela; Territorio y Territorialidad en movimiento en la Patagonia Norte. La dinámica de la Conurbación Neuquina: problemas y perspectivas. Fac. de Economía y Administración. UNComahue: Presentación en el 8º Bienal del Coloquio de Transformaciones Territoriales Territorio y Territorialidad en Movimiento- 2010.