Cronología de la creación de la ley:
Este pequeño informe tiene como objetivo darle a todos los profesionales adheridos a La Caja previsional para Profesionales de la Provincia del Neuquén una síntesis del espíritu original de su creación, la evolución de esa idea a través de los años y la situación actual.
Es importante recordar la situación económica y política del año 1994, en que se sancionó dicha ley, sobre todo las características que le imprimían desde el sector político a la parte previsional general.
En ese momento, plena ley de convertibilidad (1$=1u$s) las AFJP creadas por ley a fin de recaudar la parte previsional de todos los trabajadores impondría, para nosotros profesionales una cuota mensual de 270,00 ($ o u$s) este cálculo estaba generado por un ingreso estipulado en 1000u$s mensuales y se aplicaría para los autónomos o independientes el 11% (parte de empleado y el 16% parte patronal en una única figura del profesional independiente.
Con este panorama es que se comienza a trabajar entre los distintos colegios que la formaron la presentación de un proyecto que nos permitiera fijar montos más acordes a nuestra realidad y por otro lado poder tener autodefinición de ese fondo administrándolo nosotros mismos.
Así fue que se crea esta ley provincial en cuestión que extrae de la obligatoriedad nacional de ingresar en el sistema de las AFJP y forma este ente con delegación de esa recaudación para que continúe con dicha obligatoriedad. Conforme a toda la parte reglamentaria comienza a serlo en realidad a partir de enero de 1998, con opción de hacerlo desde el año 1994. Fijando montos entre 50u$s y 100u$s según las edades.
Puntos a tener en cuenta de nuestros sistemas previsionales actuales:
El panorama Nacional actual en cuanto a los sistemas previsionales que rigen el aporte con dicho fin es muy variado, existen en este momento más de 70 Cajas Profesionales en nuestro país que tienen muy variadas formas tanto de recaudar los importes que se capitalizan como de entregar los beneficios que se otorgan.
Lo que sí es importante es que en todos los casos la administración está a cargo de los mismos profesionales que la integran con delegación de representantes según criterios democráticos acordes.
A su vez todas estas cajas tienen una comunicación y representatividad en una asociación (la coordinadora de cajas a nivel nacional) que las nuclea y donde cada caja decide su participación o no en ella, siendo este ámbito el apropiado para conocer la realidad del país con todas sus variables donde se exponen los inconvenientes y logros de cada uno y donde se establecen objetivos para beneficiar a todos sus afiliados, así es como surgen algunas cuestiones estadísticas que generan compromisos por parte de los dirigentes de cada una para poder brindar un standard a los afiliados de cada una.
De allí surge que los mejores logros de relación entre aporte y beneficio puede estar ubicado en una relación de 1 a 4, concretamente tener como beneficio mensual 4 veces más de lo aportado en promedio en dicho período.
Lo más dificultoso para lograr este standard está relacionado con nuestra macroeconomía y el sistema económico que nunca, desde la creación de nuestra ley, pudo derrotar al flagelo de la inflación y que es el verdadero enemigo a enfrentar por parte de las administraciones de estos fondos.
Por otro lado, en la creación de nuestra ley se ha limitado muchísimo las especies en que se puede invertir, soslayadamente nuestra legislatura orientó las inversiones del sistema previsional para los profesionales hacia la inversión en TITULOS NACIONALES creados por los estados Nacional, Provincial o Municipal, limitando la participación en inversiones de la economía real como pueden ser acciones u otras participaciones en capitales privados. Prácticamente la única opción que dejó dentro de la economía real, es la inversión inmobiliaria en porcentajes también limitados por nuestro estatuto para lograr un sistema lo más diversificado posible.
Es desde la creación de esta Caja entonces que se lucha contra la inflación invirtiendo en bonos nacionales principalmente, antiguamente en pesos hoy ya casi exclusivamente en dólares, por lo menos para que tenga una relación con el capital real un poco más cercana, y que permita mantener más allá de lo nominal un valor en el tiempo en una moneda que no sea la nuestra que cada día pierde un poco más. Y digo un poco más cercana porque actualmente existe otra herramienta para el estado nacional (creador de esos bonos) que nos dice además, cuánto vale el dólar, y trata de pagar una parte del mismo, quedándose con la diferencia, como un mecanismo más de tomar de nuestro capital para su provecho y financiación.
Hoy el verdadero desafío de nuestro sistema, para que pueda brindar un beneficio que mantenga una buena relación con el aporte está en invertir en especies que permitan al menos mantener en el tiempo el valor de eso aportado y por supuesto ideal si generaran una renta en moneda constante.
Al respecto lo que indica nuestra ley es de una obligatoriedad de la administración de la caja de brindar rentabilidades mayores al 4% anual en pesos, ridículo para tener inflaciones desde su creación entre 20 y 60%, por lo tanto está en nosotros solicitar a las autoridades de la misma tener un plan acorde a esta realidad y que permita derivar (lo más posible) el capital operativo hacia inversiones reales, que como mencioné anteriormente prácticamente la única más acorde a este criterio es la Inversión Inmobiliaria, que por supuesto además derrama beneficios en nuestra economía local generando trabajo y bienestar para nuestra gente incluyendo, por supuesto los profesionales que aportamos a ella.
Sin este criterio a adoptar para vencer a la inflación que domina nuestra economía, todo lo que podamos decir de los beneficios que serían oportunos recibir están de más.
Una vez lograda una buena orientación de las inversiones, recién ahí podemos decir cómo repartir ese producto en el tiempo cuando lleguemos a la edad de usufructuar esa previsión social estipulada por ley.
Forma de integrar y repartir el capital aportado:
Nuestra caja está entre las denominadas de sistema MIXTO que es una combinación entre capitalización y fondo solidario.
La forma en que la ley prevé integrar el capital a nuestras cuentas personales y al fondo solidario es la siguiente:
Del 100% de nuestro aporte se reparte un 65% va directamente a nuestra CUENTA DE CAPITALIZACIÓN PERSONAL que junto con las rentabilidades de cada año irán integrando el fondo que finalmente será la base del cálculo para nuestro beneficio jubilatorio, un 22% se deriva al FONDO SOLIDARIO de donde se pagan prestaciones como Pensiones solidarias para conyugues, subsidios por muerte o invalidez, etc. , el 7% queda formando un FONDO DE CONTINGENCIA, que a efectos de ser utilizados las respectivas asambleas definirán su destino y por último un 6% máximo como gasto administrativo, para sostener toda la organización.
En lo recorrido en esta corta historia de nuestra caja nunca se ha tenido una verdadera valoración de la misma, siempre anteponiendo los beneficios individuales que cualquier otro sistema nos brindaría sin ponerse a analizar la inviabilidad del mismo si todos nos volcáramos hacia él.
Los verdaderos perjudicados del sistema nacional hoy han sido verdaderamente los aportantes al mismo ya que esas cajas han sido a lo largo de los últimos 60 años vaciadas no menos de tres veces y en la actualidad cierran sus cuentas desviando fondos de otros impuestos que para nada tienen ese objetivo en su creación, es así que la parte que aporta el sistema previsional que hoy atiende el estado de los beneficios que paga es del 20% siendo el resto proveniente de impuesto a las ganancias y otras obligaciones que hace el conjunto de la sociedad y que fueron creados para atender otros derechos como educación, salud, etc.
Por otra parte tiene el sistema nacional vigente muchas otras injusticias como por ejemplo que alguien que aporta a varias cajas previsionales por distintas actividades, a la hora de jubilarse debe decidir cuál de esas cajas va a ser la que aporte el fondo y solo una perdiendo los derechos sobre todo el resto de los aportes.
Por lo tanto mi última reflexión apuntaría a ser muy cuidadosos con promover algún tipo de éxodo hacia alguno de esos sistemas, aun cuando por alguna actividad adicional un profesional esté obligado también a aportar a ese sistema que en estos momentos ocurre pero que, al menos, los beneficios otorgados por La Caja previsional para profesionales son adicionales a los que le otorguen cualquiera de esas otras cajas.
Por último si se me permite una sugerencia a las autoridades de todos los colegios que participan de nuestra caja es que exijan al directorio y al cuerpo de delegados que se ocupen verdaderamente de la orientación de nuestro capital, que dejen de hacer lo que los asesores financieros aconsejan, siendo que estos asesores son parte interesada de hacia donde se desvían los fondos y que promuevan inversiones en la economía real, como puede ser la energía, y por supuesto también las inversiones inmobiliarias que hace unos años llegaron a ser el 30% de nnuestro capital y que hoy está en el orden de un dígito.
Durante el tiempo en el que participé tanto de delegado como director de dicha administración siempre estuvo como objetivo equilibrar la balanza de especies de inversión para que los impactos de la magra economía nacional degraden lo menos posible nuestras cuentas.
Es así que se lograron hacer las inversiones de Talero I y Talero II. Que analizado a la distancia brindan suficiente información para asegurar y sostener que ese modelo es el más propicio para darnos previsibilidad de cobro futuro de nuestros beneficios, contra otras especies como los bonos nacionales que en años como el pasado cayeron a valores cercanos al 60%.
En este momento La Caja cuenta con dos propiedades que bien podrían brindar el germen para dos inversiones inmobiliarias que serían más que apropiadas en un plan de inversión serio con una disponibilidad mensual que está en el orden de los 30.000.000 de pesos producto de los aportes de los afiliados que sumados a las amortizaciones de títulos que cada seis meses se produce bien podría sostener ese flujo de dinero y asegurar la concreción de las mismas.
El terreno de la antigua y primera sede es muy apropiado para un producto que hoy está siendo estrella entre los desarrolladores locales como es la vivienda colectiva en zonas centrales y que mantienen un valor casi constante en dólares aún en las peores condiciones macroeconómicas que nos acechan.
Y por otra parte las tierras de calle San Martín y Anaya que es muy apropiado para un producto más de interés social que estructurando algún instrumento de los que hoy se están promoviendo en caja de valores como es el fondo común de inversión inmobiliaria sería el marco adecuado para integrar la seguridad que brinda la participación de una entidad tan solvente como esta en una propuesta así y por otra parte dar la posibilidad a pequeños inversores en ir integrando pequeñas cuotas y usufructuar los beneficios de una capitalización en pozo y a la culminación del proyecto poder adquirir alguna de las unidades que lo integran.
ARQ. JUAN DANIEL MARTINO